domingo, 18 de septiembre de 2011

Jesús de Nazaret. Algunos datos históricos

 José Antonio Pagola
Jesucristo: Catequesis Cristológicas (B.1)

Los evangelistas, preocupados de descubrir a sus lectores el misterio encerrado en Jesús de Nazaret y en su mensaje, no nos han dejado de él ninguna biografía. Los investigadores se esfuerzan hoy por conocer algunos datos históricos sobre su vida. Son pocos los puntos en los que se llega a un acuerdo mayoritario pero nos ofrecen ya un cuadro histórico suficiente en donde podemos situar a Jesús de Nazaret.

 Ningún investigador serio duda hoy de la existencia de Jesús de Nazaret. Se discute sobre las fechas de su nacimiento y de su ejecución. Los autores solo coinciden en que Jesús nació antes del año 4 a.C. Sobre su muerte, son bastantes los que aceptan como fecha aproximada el año 30.

 Jesús es judío. Su madre es María. Su patria es Galilea, una región semipagana, despreciada por muchos judíos. Su lengua materna es el arameo aunque conocería también el hebreo, la lengua litúrgica del pueblo en aquella época.

Después de una vida ordinaria de trabajador, Jesús recibe el bautismo de Juan y comienza, a continuación, una actividad de predicación por la región de Galilea y más tarde por Judea y Jerusalén. Emplea un lenguaje sencillo, concreto, agudo, que resulta inconfundible cuando se vale de pequeñas parábolas extraídas de la observación atenta de la naturaleza y de la vida. El tema central de toda su predicación es la llegada del Reinado de Dios.

Jesús ha realizado curaciones que resultaban inexplicables para los testigos y en donde sus contemporáneos ciertamente han visto la acción salvadora de Dios. Los milagros ocupan un lugar tan importante en los evangelios que es imposible rechazarlos todos como un invento posterior de la comunidad cristiana. El estudio crítico de los relatos evangélicos puede llevarnos a dudar de si tal hecho concreto ocurrió o no tal como es relatado, pero, en conjunto, no es legítimo negar la actividad milagrosa de Jesús.

Aunque muchos detalles del proceso y de la muerte de Jesús son objeto de discusión, es un hecho seguro que Jesús ha sido crucificado en Jerusalén, acusado de revolucionario político ante las autoridades romanas. 

Naturalmente, estos datos no son lo único que podemos saber con certeza de Jesús y, sobre todo, no son lo más importante, como veremos enseguida. Son únicamente algunos elementos que nos ayudan a encuadrar históricamente su figura y que se pueden obtener de los escritos evangélicos a pesar de que no han querido ofrecernos una biografía de Jesús.

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